• Seis años perdidos para el inclusión financiera de la población rural del país
• Fortalecer la Banca Social en lugar de buscar eliminarla, en los últimos seis años, la opción
A pesar de que en los últimos 60 años el gobierno mexicano creó y financió diversas bancas de desarrollo para impulsar la agricultura y el desarrollo rural, ofreciendo “supuestamente” crédito productivo a millones de campesinos y pequeños agricultores del país, la verdad es que tras seis años del gobierno más corrupto en la historia del país, el de Enrique Peña Nieto, el funcionamiento del sistema financiero nacional ha excluido a la inmensa mayoría de los campesinos, indígenas y pequeños productores de México, entre otros, provocando la pérdida de 2.5 millones de empleos en los últimos 15 años, así lo dijo Benjamin Robles Montoya, diputado federal por Partido del Trabajo (PT), este fin de semana en reunión de trabajo con representantes del sector social oaxaqueño.
El legislador petista externó que el abandono y deterioro de la producción alimentaria han aumentado hasta en un 46% nuestra dependencia alimentaria lo que ha provocado, entre otras cosas, que el 70% de la población mexicana viva en condiciones de pobreza e inseguridad alimentaria.
Hoy en México, 23.2% de la población, es decir poco más de 26 millones de mexicanos viven en zonas rurales y la mayoría está excluida de los servicios financieros y acceso mercados, profundizando la desigualdad, la pobreza y la injusticia. Dos terceras partes de los 2570 municipios del país no tienen acceso a servicios financieros; de los 5.5 millones de unidades de producción rural, sólo 7% tiene acceso hay crédito (censo agrícola del 2014), sostuvo el legislador del Partido del Trabajo, PT.
Por otra parte, insistió el legislador, la estructura socioeconómica del país muestra que el 85% del territorio nacional es administrado por ejidos, comunidades, colonias y pequeña propiedad; en ellos habitan 13 millones de indígenas de 65 etnias, todos ellos viviendo bajo una fuerte atomización en 200,000 localidades con menos de 2500 habitantes, con bajos niveles de infraestructura, mínima o inexistente conectividad y, de las formas históricas de tenencia de la tierra, la mayoría de los campesinos habitan en Comunidades o ejidos, sin tener otra opción de garantía para obtener créditos.
En las comunidades rurales viven también 3.8 millones de jornaleros, 15.5 millones de jóvenes, 2.4 millones de avecindados, 1.4 millones de posesionarios, 1.5 millones de mujeres dueñas de tierra (833 mil ejidatarias y comuneras, 318 mil pequeñas propietarias) en un total de 31 mil ejidos y comunidades.
No obstante, puntualizó Robles Montoya, a pesar de esta masa poblacional que habita en la tierra para la producción, existe una desigualdad social muy fuerte entre la agricultura de autoconsumo y la agricultura comercial, porque el 10% de los productores comerciales concentra el 60% de los ingresos, subsidios y créditos.
Ante esta problemática la Banca Social integrada por Sociedades Financieras Comunitarias, Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo, así como de Sociedades Financieras Populares se han posicionado como la principal fuente de acceso al financiamiento y acceso a servicios financieros de Millones de Mexicanos atendidos en una de las más de 3,300 sucursales ubicadas en más del 60% de Municipios de México principalmente en aquellos donde la Banca Comercial y la Banca de Desarrollo no tienen presencia; atendiendo a poco más de 11.9 Millones de Mexicanos de manera directa y generando una derrama de poco más de $110 mmdp de Cartera en créditos dirigidos a la población que menos posibilidades económicas tienen generando una dinámica económica y potenciando el mercado interno en los municipios desatendidos por la Banca Comercial; asimismo cuenta con cuentas de ahorro de estos Mexicanos en Millones de cuentas que a la fecha ascienden a poco más $131 mmdp.
Por todo ello, concluyó el Diputado Benjamín Robles Montoya, el congreso mexicano y nuestro Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador debemos sumar esfuerzos para atender las demandas de la Banca Social, establecer Políticas Públicas que la fortalezcan y desarrollen, mejorar los Marcos Regulatorios Actuales, y sobre todo fomentar la presencia de estas sociedades en más Municipios y Localidades y a través de estás muchos más Mexicanos tengan acceso a servicios financieros de calidad para mejorar sus condiciones de vida como un mecanismo de inclusión social justo y responsable.
La Banca Social es un aliado del próximo Gobierno Federal para fomentar sus políticas publicas anunciadas para mitigar la desigualdad, erradicar la pobreza, mejorar las condiciones de vida de los Mexicanos, fomentar el desarrollo de los niños y los jóvenes, fomentar el mercado interno, dinamizar la economía a través del financiamiento, pero sobre todo a procurar que a través de la inclusión financiera se haga justicia social para Millones de Mexicanos, expresó finalmente Benjamín Robles, legislador federal por Oaxaca.